No hace muchos años, seguro lo recordaréis, apareció publicada en la revista Zikoina una encuesta para votar por el nombre oficial de nuestra ciudad. En ella se daba la posibilidad a los ciudadanos de elegir entre cinco opciones; Orduña, Urduna, Orduña-Urduna, Urduna-Orduña y otros (nunca entendí esta última opción y me pareció de lo mas osada). Lo que ya no es tan seguro es, que todos los ciudadanos tengamos claro que el nombre elegido fue Urduna-Orduña, y que ese es actualmente el topónimo oficial de nuestra ciudad. Pero, ¿Sabemos de dónde surge?
Hay diversas teorías al respecto, varios autores sostienen que fueron los moros quienes llamaron Orduña a la antigua Flaviobriga, otros, sin embargo, sostienen que el nombre es originariamente vizcaíno y que fue un Señor de esta tierra quien le cedió su apellido.
Quizá la hipótesis más certera sea la del historiador Juan Antonio Maguel, quién relaciona el topónimo Orduña con la palabra vasca ur, agua, y el sufijo de posesión duna, es decir, la que tiene agua. En el mismo sentido se encaminan las ideas del historiador Iturriza, quien sostiene que el nombre de nuestra ciudad estaría relacionado con el vocablo euskeriko urgoña, sobre el agua. Lógicamente, ambos hacen referencia al importancia que el río Nervión tuvo en el origen y desarrollo de la ciudad.
Los historiadores religiosos, sin embargo, otorgan a los montes, y no al río, el origen del nombre Orduña, y lo relacionan con la palabra en euskera urde, jabalí, y oña, pie o raíz de la peña. Entro los autores que sostienen esta hipótesis podemos encontrar al Padre Eugenio Uriarte y a Ignacio Ormaechevarria.